Hay personas que conocen el arte de cultivar flores en su jardín, logrando muchas veces maravillas de color: rosas abundantes y frescas, tulipanes risueños, bugambilias y jacarandas en flor.
En el jardín del alma se pueden cultivar otras flores como el amor, la esperanza y el optimismo. Las flores de tu jardín alegran tu vida. Planta flores, planta amor, esperanza y optimismo. Verás como en tu alma brilla una perenne primavera. Si aquí descubres algunas flores para tu jardín, córtalas; son tuyas.
Estoy convencido de que el favor más grande que podemos hacer a millones de seres humanos consiste en convencerlos de que pueden ser mejores de lo que son, subir más arriba, salir del hoyo, convencerlos de que pueden cambiar.
Entre los maestros que he tenido, a los que más agradezco no son los más sabios o mejor dotados, sino los que me convencieron que podía aprender latín o griego, escribir o ser orador, o simplemente cantar.
Quiero decir y gritar a todos los que pueda – aunque no sea yo un gran maestro – que sí pueden leer, escribir y cantar, que son capaces de aprender matemáticas, física y química, que pueden mejorar en la vida, cambiar y ser buenos. Y sé que miles de hombres lo agradecerán eternamente.
Estos niños como muchos partipan en la catequesis.
Filed under: Actividades pastorales, pacaran, zuñiga | Tagged: catequesis, catequistaç, conocer a dios, doctrina, reflexiones | Leave a comment »